AFECTAR EL AFECTO; FICCIONAR EL DOCUMENTO. La Habana, 2019
Una colaboración de: INSTAR (Instituto Internacional de Artivismo Hannah Arendt) y Transdisciplinariedad. Arte y CCSS
La violencia es el denominador común principal entre dos eventos sociales fundamentales del siglo XX: la revolución y el totalitarismo. En Cuba se unifican ambos eventos tonificados por la violencia divina, compuesta por la fe en la violencia revolucionaria y la justificación de la represiva.
Su corolario: un mecanismo victimario que no siempre requiere de acciones violentas de nitidez extrema. Pues el mismo se consuma, por ejemplo, en la introducción de seguridades acompañadas de incertidumbres, en la recapitulación de discursos de normalidad en medio de crisis y carencias democráticas, y en la generación de una determinada confianza anonadando esperanzas a diestra y siniestra.
Como todo mecanismo victimario, el concebido por la sociedad cubana también exhibe su cultura afectiva. La cual, no debemos ver como la medida objetiva de un hecho, sino como un tejido de interpretaciones. Pues a causa de éstas se consolidan las emociones y los sentimientos; es debido a ellas que los cubanos permanecen solapando su humanidad con la politización de las sensaciones.
La emoción se instala en el tiempo gracias al sentimiento, cuyos estado e intensidad se recomponen frecuentemente. El sentimiento, de forma equivalente, suele explicar la emoción a partir de los valores comunes políticamente instituidos a través de ella. Por eso los sentimientos que nos arropan y los modos en que afectan nuestro entorno vienen regularmente alimentados por normas implícitas, siendo a través de su colectivización que orientamos nuestros comportamientos.
Todavía más si hablamos de sentimientos fijados como políticamente esenciales por y para el totalitarismo; pensemos en el miedo y el odio, la ira y la culpa, e incluso algunos positivos como la esperanza y la alegría. La espectacularización, en tanto que forma ideológica del poder de las representaciones, desempeña un papel esencial en tal proceso de fijación.