La serie documental Sucedió en la habana, compuesta inicialmente por cuatro capítulos, toma su título de la película cubana homónima dirigida por Ramón Peón en 1938. En una suerte de cita irónica del recorrido nocturno que dibuja la película de Peón, Sucedió en la habana dedica su Capítulo I a la vida de un mendigo que duerme y sobrevive en la calle 23 del Vedado, una de las columnas vertebrales de ciudad habanera. Sucedió en la habana (capítulo II) registra el mundo de la prostitución en torno a dos ambientes: el de la calle Monte de La Habana Vieja, y el de 23 y L en el Vedado. Sucedió en la habana (capítulo III), se desplaza a Madrid en busca de Lola Montes, un transformista cubano que trabaja en varios night clubs de Chueca, después de haber trabajado en Cuba en sitios y espectáculos no oficiales, y emigrar en el año 2002. Y, Sucedió en la habana (capítulo IV), se preocupa por la vida de expresidiarios comunes y sus familias, quienes en muchas ocasiones han sido víctimas de arbitrariedades policiales, judiciales y políticas.